Seguidores

domingo, 27 de febrero de 2011

Mis teorias son ciertas hasta que decido contarlas.


Hola. Tengo algo importante que decirte:
Hoy es domingo. Domingo en mi casa y domingo también en la tuya. Eso es lo peor de los domingos, una vez que te pillan, no hay quien escape.
Y en domingo todos pensamos mucho. Yo te lo he dedicado a ti, a pensar por qué te apropias de ellos y no de los Martes, que tengo mucho menos tiempo libre.
Busco motivos. Razones. Una interesante combinación de atuconvicciones, que luego no llevan a ningún sitio, a ningún domingo. No vale de nada tener respuesta a mil "por qués", ni a mil "cuándos", ni a mil "dóndes" si te fallan los "cómo".
El factor sorpresa nunca fue bien recibido por aquí y llevo un tiempo intentando desafiar a la lógica. Dicen que nada ocurre como esperas. Por eso creo que me he obsesionado buscando todos los posibles "dónde" y "cuándo" a cualquier "por qué". TODOS los posibles.
Y aún así, por si te interesa... no, nunca acierto.


sábado, 26 de febrero de 2011

martes, 22 de febrero de 2011

A veces pienso que me toman el pelo más de la cuenta

No soy una persona rencorosa y créeme, eso acaba siendo un problema. Que crece en volumen según aumentan mis inoportunas predicciones. Siempre equivocadas, claro. No hay nada peor que sentarte a esperar algo que no llega. Y no llega. Y no llega. Y no llega. Y por supuesto, no llega.
Además hoy me he quedado sorprendida. Absorta. Patitiesa. Impresionada. Estupefacta. Me he cruzado con una jovenzuela que llevaba las uñas pintadas de un perfecto color amarillo pollo. ¡Qué horterada! ¿A dónde vamos a llegar? ¿A caminar por la calle, campantes, calzados con botas de pescar? 


Sweet sixteen! (Que da igual las veces que se rompa. Siempre se puede arreglar)

domingo, 20 de febrero de 2011

Sonreír y asentir. Sonreír y asentir.

No había mejores palabras que aquellas que volaban por su cabeza. Aquellas que atravesaban a la velocidad de los destellos. Todos aquellos pensamientos que se hacían un nudo incoherente y mal formado, todos aquellos eran mejores que cualquier folio sucio de lágrimas y manchado con tinta azul; formando una caligrafía perfecta para muchos, pero tremendamente imperfecta para ella.


jueves, 17 de febrero de 2011

¡Me has durado lo mismo que el collar!

Se te va de las manos y no quieres ni pensarlo. El instinto de peligro parece atrofiado, solo funciona en los momentos clave. Quiero una alarma para un tiempo de preparación defensiva. ¡Pum! , Al suelo y hecho pedacitos. No es la primera vez, esos movimientos de pato mareado no son nada prácticos a veces.
Y es Domingo.
Y maldito despiste.
Que deja paso a las sorpresas. Que luego te pillan con la guardia baja. 



¿Cuánto tiempo me dedicas al mes?  ¿Cuánto tiempo invierto en no pensarte?

martes, 15 de febrero de 2011

Me lanzó dos besos, uno por mejilla

Demasiadas princesas para tan poca bruja. Los sapos tampoco dan la talla, los héroes prefabricados lideran el mercado.

Se me han ocurrido ideas que desbordan ingenio. Tengo las palabras perfectas para dejarle en su sitio. Una discusión en la que siempre pierdes, tus argumentos son basura. Mil trescientas respuestas. Estoy armada de valentía y soy capaz de todo. Que sí, que sí. El mundo mañana va a temblar.

Ocurrencias que al amanecer raspan el absurdo.




Y DEJAR DE DISTINGUIR REALIDAD Y FICCIÓN.

domingo, 13 de febrero de 2011

Nena, que pena me das


-Qué susto, pensé que venías a decirme algo. Anda que... no hay quien te entienda, ¡ya te vale!
-Te estaba mirando y... no sé, creo que me caes mal.


viernes, 11 de febrero de 2011

Cuando chocan dos estrellas


Sin darme cuenta te cruzaste entre mis palabras. Irrumpiste en mis tardes aburridas. Empecé a moverme en tus direcciones. Buscando continuamente algo coherente sobre lo que pisar. Llegaste tarde, como siempre. Pero yo empecé a extrañarte. Y tú le cogiste el gusto a llamarme. A buscarme. A intentar aguantarme. Coincidimos en nuestra nueva idea de casualidades planeadas.   
Y créeme, bienvenido.

martes, 8 de febrero de 2011

Parte de la vida consiste en olvidar


Cuando yo decía blanco, a ti te daba más por el negro. Y así pasamos un par de inviernos, queriendo sin querer, pero con algunos problemas de color. Porque yo buscaba y no encontraba. Y tú soñabas sin pensar, que eso en principio no es peligroso, ni muerde, pero jamás supiste en qué momento volver. Y preferiste quedarte donde quisiera que fueses los estúpidos viernes de madrugada. Sin peor intención que encontrar lo que yo buscaba y que no encontraba.
Trocitos de amor desesperados, descompuestos. Esperando ansiosos la oportunidad de querer, sin quererlo. Y ya sabes lo que dicen, que no hay más ciego que el que no quiere ver. Y ojos que no ven, corazón que no siente.  Por eso la venda en los ojos, pensé que sería más sencillo navegar en barco de papel, pero estaba cargado de ideas de bombero jubilado. Luego tampoco me fue tan mal, ¡qué va! Me las arreglé como pude, el truco era no distraerse con los colores brillantes y llamativos que no veía, pero sí percibía. 
Ya al final, al llegar a puerto seguro, descubrí que el blanco, por increíble que parezca, siempre fue blanco. Y el negro… el negro es un color demasiado oscuro.



domingo, 6 de febrero de 2011

Rehén


Cerró los ojos. Dio una fuerte bocanada de aire. Era necesaria para recuperar todo el oxígeno perdido. En los segundos anteriores respirar había sido uno de sus problemas menores.
No hay mejor sensación como la de que todo salga sobre ruedas. Jamás como lo tenías previsto, pero sobre ruedas.

 

jueves, 3 de febrero de 2011