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lunes, 31 de enero de 2011

Never grow up!


El tiempo pasar, pasa.
Pero las cosas cambian sólo si tú quieres que cambien.
Seis años después, los detalles se perfilan, pero lo que es la base, permanece.  






Y la verdad es que no os cambio a ninguno por NADA.

domingo, 30 de enero de 2011

Creo que tiene un lio con otro , sale por las noches

El consumo de chocolate se redujo un 80% en los últimos meses. Y es que, ya no caigo rendida ante las tentaciones del tercer cajón. Donde guardo todo lo delicioso y que engorda.  Estoy segura de que allí también están los besos que no di. Los que se quedaron  a las puertas. Los que no tuvieron el valor suficiente. O los que esperaron y nunca supieron cuando dejar de hacerlo. Estos no creo que engorden, pero matan, eso fijo.
Y miro de reojo aquello que engorda o mata del tercer cajón, y me pregunto si debería tirarlos por el hueco de la escalera, sin importar el lugar donde cayeran y perderlos de vista de una vez por todas. Regalarlos sin ton ni son, sin orden ni concierto y agotarlos a la de tres; pasándomelo pipa pero eso sí, reduciéndolos al mínimo valor. O continuar guardando, rellenando huecos con estúpidas escusas que no se sostienen; manteniéndolo en equilibrio a duras penas hasta volver a encontrarme con mi típico momento indicado.




sábado, 29 de enero de 2011

Palabras. Fotos. Más palabras. Que afición más tonta.

Qué decir cuando ya está todo dicho. Y qué decir cuando todo lo que quisiste decir y no dijiste se te ha olvidado.  No queremos darnos cuenta de lo fácil que es hablar. De la simplicidad de abrir la boca y balbucear dos bobadas.  Lo hacemos todos, durante todo el día. ¿Dónde está el mérito? Sobrevaloramos las palabras. Mentimos constantemente. Nos mienten a todas horas. Pero seguimos confiando,  creyendo y escuchando. Sin embargo, nuestra forma de actuar nos delata. Esa siempre muestra la cruda realidad. Si una risa se corta de golpe, es falsa. Si la mirada se asusta y se esconde en otro punto, si el parpadeo es constante, no estamos siendo sinceros.
 Nadie quiere darse cuenta.



miércoles, 26 de enero de 2011

Dime de qué presumes y te diré de qué careces



Tú dejaste de verla ya hace tiempo. Aunque eso nunca impidió que tus pisadas dejaran rastro. A veces, te sigue. Se atreve a meterse en tu cama y te canta al oído una canción que ya no existe. Te abraza. Pero tú no sientes nada. Y su dedo baja hasta tu ombligo donde las mariposas murieron ya hace tiempo, dejando así de agitar sus alas.
Pero sin importancia.



domingo, 23 de enero de 2011

Ahí te quedas

Escúchame, no tengo ganas de gritar. Empiezo a pensar que se me fue de las manos. Pasé de hacer tonterías a cometer locuras. Y eso no era lo peor. Que va. Estuve dando brincos por aquí, por allí, con la panorámica reducida. Con la mente retorcida pero siempre girando en círculos perfectos. Y a estas alturas todos sabemos que la perfección es una palabra de puro marketing. ¿Sabes de estas veces que te empeñas  en creer algo? Y todo lo demás es mentira. Todo lo demás está mal. Que nadie se atreva a cambiarte de opinión porque están equivocados. Que nadie intente convencerte de lo contrario. Qué difícil es sacar una idea de la cabeza. Te va comiendo y ya no hay manera de salir. Solo una: darte de morros. Y toda tu película montada se resume en diapositivas mal interpretadas. Y te das cuenta de que hiciste una montaña de un granito de arena. Lo que pareció luz cegadora, era una pequeña vela. Y lo que creíste huella, era un simple reflejo de tus pies. 
Ever yours.  
Ever mine. 
Ever our.

viernes, 21 de enero de 2011

Blow your mind

Que te tragues todas tus palabras de la misma forma que las soltaste: de golpe.
Y así, te atragantes. Imbécil.

jueves, 20 de enero de 2011

Vivir es lo más peligroso que tiene la vida

 Hay veces que es necesario correr el riesgo. Y saber elegir  recuerdos. Esto es importante. Quiero decir. Los que llegaron por equivocación, se fueron de la misa forma. Y dejaron su pequeña huellita en nosotros. Si no mereció la pena, si sólo consiguió arrugarnos, no tienes que conservarla. Creeme cuando te digo que no se alimenta ni de un sorbito de importancia. Tus errores volverán a repetirse sí o... no sí.  Tú decides.
Pero también hay otras huellitas. Estas no huyen cuando la cosa empieza a coger color añil.Se quedan y esperan. Porque saben que las necesitas. Y que siempre, siempre estarán ahí para ejercer su labor de auténticos mocos verdes. Y además, de los favoritos.

Hay veces que es necesario correr el riesgo. De ser feliz, digo.

miércoles, 19 de enero de 2011

Que no cunda el pánico

Del derecho, del revés, pero a su manera, alcanzó metas y superó barreras. A oscuras, sin quererlo y de repente, comenzó a sentirse extrañamente diferente.